En el Antiguo Egipto la base de los primeros perfumes y de las primeras medicinas fue una misma cosa: zumos, pulpa de frutas, jugo de la parte suculenta de las plantas, la fécula de las semillas oleaginosas, la miel, los aceites. Un bajorrelieve conservado en el Museo del Louvre, del siglo VII a.C., describe cómo se cosechaba y prensaba la flor del lirio para obtener su perfume.
En el Antiguo Egipto era básico el uso religioso de sustancias aromáticas. Cosa que no te ha de extrañar ya que el origen del perfume es litúrgico: las aguas empleadas en el ritual y manejo del templo eran aguas de olor; y con agua perfumada se limpiaban las imágenes sagradas.
Los perfumes y esencias de Egipto
Por lo general, el uso de perfumes exigía un quemador porque, como la etimología del término explica la fragancia se esparcía o difundía a través del humo: per fume (recuerda lo que hemos explicado anteriormente en origen y significado de la palabra perfume). Los fieles recibían así su aroma y dejaban de percibir olores menos gratos.
Cleopatra, fue autora ella misma de un tratado de cosmética desgraciadamente perdido, untaba sus manos con aceite de rosas, azafrán y violetas: el kiafi, y perfumaba sus pies con una loción hecha de extracto de almendra, miel, canela, azahar y alheña.
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El siguiente paso dentro de la historia y evolución del perfume lo encontramos en Oriente, en concreto en el imperio Bizantino del siglo V, heredero natural de Roma. En cuanto a las fragancias, Bizancio tomó el relevo en cuanto el arte de la perfumería se refiere y desplegó una floreciente industria. Incluso mucho más grande que la del Imperio Romano, ya que tenía más proximidad con las materias primas para la fabricación de perfumes. También ayudó a ello que contaban con la colaboración de la población aborigen de sus vecinos orientales, que contaba con una gran tradición perfumista. Todo lo contrario que sucedía con la Antigua Roma, que era sobretodo importador. Pero no pasarían muchos años para que surgiese una nueva potencia perfumera: los árabes. Fuente: curiosfera.com
Las que pertenecen a este signo de tierra gustan de la buena vida, pero les gusta que se dé en sus propios términos. Les gusta analizar (léase pensar demasiado) y pueden disfrutar de pasar un rato tranquilo sin hacer nada. Elige un perfume con notas de sal marina; añade profundidad a las fragancias florales o afrutadas y amplifica las notas ahumadas de fragancias más amaderadas o con base de madera de oud. A las tauro les encanta la comida, y tiene sentido, ya que la sal es el ingrediente más indispensable. Fuente: vogue.es
Aunque la idea de definir olores se remonta a Aristóteles, las clasificaciones de perfumes proliferaron a finales del siglo XX, cuando la industria y los perfumistas sintieron la necesidad de establecer familias para poder agrupar aquellos perfumes con estructura y características similares. No obstante, hoy en día no existe una clasificación universalmente aceptada, pues es un hecho que cada persona aprecia las fragancias de forma distinta y que algunas creaciones no tienen líneas claramente delimitadas. Algunas fragancias son un cóctel de notas olfativas que podrían encajar en varias familias al mismo tiempo y, en otros casos, hay propuestas que prefieren directamente no etiquetarse. Diferentes comunidades internacionales del perfume proponen distintas clasificaciones. Os proponemos una clasificación con siete familias olfativas, seis que son comúnmente aceptadas: Cítrica, Floral, Fougère, Chipre, Amaderada y Oriental o Ambarada, a las que incorporamos Gourmand, una familia en alza muy apreciada en nuestra cultura, con una gastronomía arraigada. En cualquier caso, la realidad siempre es más compleja y hay otras familias fluctuantes que no queremos dejar de mencionar, como Aromática, Acuática, Frutal o Cuero y, además, cada una de las categorías que os presentaremos pueden dividirse a su vez en subfamilias con mayor detalle de matices. Fuente: academiadelperfume.com
Aquellas que pertenecen al primer signo del zodíaco simbolizan precisamente eso: son valientes, seguras de sí mismas e imparables elijan el camino que elijan. Precisamente por ser un signo de fuego estás llena de optimismo, siempre en movimiento y no eres de las que acatan las reglas. ¿Necesitas refrescar tu repertorio de perfumes? Busca fragancias con notas de menta. Si te encuentras atrapada en pleno día frenético (lo cual te sucederá, porque eres aries) el aroma fresco, original y que recuerda un poco a la pimienta de esta hierba fresca puede hacer que huelas bien sin ser demasiado abrumadora. Fuente: vogue.es